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Requiem por la bailarina de una caja de música

Pequeñas dosis de Misterio e Historia, reseña sobre Requiem por la bailarina de Patricia Vera en su blog La cuenta atrás

Tenía curiosidad por leer Réquiem por la bailarina de una caja de música, de José Ramón Gómez Cabezas, una novela negra ambientada en Ciudad Real en los años veinte del siglo pasado. Suponía para mí la suma de dos de los ingredientes que más me gustan para una buena salsa, un misterio y un vistazo al pasado. La verdad es que me ha gustado bastante, pero se me ha hecho muy corta.

Gómez Cabezas tenía una gran historia entre manos. Un joven periodista veía a dos de sus amigos acusados del asesinato de la muchacha de la que él estaba enamorado pero no era capaz de recordar nada de aquella noche por su débil salud, por lo que no podía aportar pruebas que los exculparan. Con esto, el escritor va hacia adelante y hacia atrás en el tiempo, casi siempre mostrando la historia en primera persona. Esto hace que el lector se vaya enterando de todo a la par que él, lo que tiene, como toda elección de punto de vista, sus ventajas y sus desventajas.

He tenido que ir dosificando la lectura, a pequeños sorbos, como un buen chupito. Sus 200 páginas y su estilo austero hacen que se pueda devorar en un momento. A cada párrafo me paraba a hacerme preguntas sobre los personajes, sobre qué les había llevado hasta allí, y descubría que quería indagar más en la historia familiar (el padre, el tío, la madre), en la vida empresarial de la ciudad (me hubiera gustado leer la historia de la fábrica, el ascenso y la caída), en las chicas de la calle Palma (sus historias, sus pasados, sus destinos), en las circunstancias de la joven Lucienne (profundizar en la bella metáfora de la bailarina) y en el amor entre ella y nuestro débil héroe (¿cómo surgió? ¿hubiera sido posible?) Estas preguntas quedan sin respuesta y la novela da la sensación de pasar de largo sobre todas ellas, en lo que es una elección narrativa perfectamente respetable. Qué le voy a hacer si me apasionan las novelas largas...

La Ciudad Real de 1925 es parte del encanto de la obra. Me gusta parar la lectura e imaginar cómo veían los presos la iglesia de San Pedro desde sus celdas, cómo olerían las oscuras habitaciones de la calle Palma, cómo sería la redacción de la inexistente Gaceta o cómo me sentiría al pasear por un parque de Gasset tan distinto al de ahora. Pero, al igual que con la trama, echo de menos que la ciudad se convierta en un personaje más. Me cuesta resignarme a que el escritor se ha guardado esas historias y que yo no las conoceré.

En cualquier caso, Réquiem por la bailarina... es una novela recomendable para pasar un buen rato leyendo narrativa local, que siempre viene bien ensalzar nuestros valores.

http://pvcuentatras.blogspot.com/2010/02/pequena-dosis-de-misterio-e-historia.html

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